Los Objetivos de Desarrollo Sostenible ya forman parte de nuestro día a día. Todas las instituciones públicas, de una forma u otra, trabajan con ellos y están familiarizadas con la Agenda 2030, un reto universal por el desarrollo sostenible.
Por otra parte, en un Ayuntamiento, el presupuesto constituye un instrumento versátil y útil para armonizar y articular las diferentes políticas públicas con los ODS. Se trata de la principal herramienta de planificación e implantación de políticas que contribuyen a la sostenibilidad económica, social y ambiental, por lo que es necesario que se le dote de una perspectiva multidimensional y transversal, e ir más allá del mero concepto numérico de ingresos y gastos.
También es interesante hacer un seguimiento de las acciones municipales a través de la ejecución de dicho presupuesto, y, por tanto, del grado de cumplimiento de las mismas para avanzar en la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible.
Es un ejercicio sano y necesario, que refleja un paso más en el compromiso de los municipios con los ODS.